Tienes un objetivo, la motivación necesaria y un plan que estás dispuesto a seguir con el mayor rigor posible, para mejorar solo necesitas entrenar cada día correctamente.
Llenamos las revistas de entrenamientos hablando de términos como volumen, potencia, velocidad, propiocepción, series, recuperación parcial, total, umbrales, VO2 máximo… Probablemente tengas memorizado cada uno de los conceptos que se manejan cuando se habla de entrenamiento y queda claro que la mayoría sabéis lo que os toca entrenar cada día pero ¿Realmente sabes entrenar?
Después de los datos llega la práctica y la realidad dice que en el trabajo de campo no solemos ser tan rigurosos ni observadores. En ocasiones es fácil decir “este entrenamiento no me va bien” cuando la respuesta está en que deberías revisar las graficas de tu pulsómetro después de una salida en bici supuestamente de trabajo de fondo y ésta registra picos de 175 pulsaciones, o los tiempos parciales que haces en los pasos por el 200 cuando haces series de 1.000 metros de carrera a pie, excesivamente rápidos.
Encontrar un buen plan de entrenamiento es relativamente fácil, pero el método y la ejecución de cada sesión es lo que diferencia a un triatleta de un buen triatleta. ¿Quieres ser un buen triatleta? Aprende a entrenar, aquí tienes las claves.
¿TIEMPO O DISTANCIA?
La mayoría de los triatletas cuando entrenáis, ya sea en días de volumen o haciendo series, os guiáis por la distancia que lleváis, en kilómetros o en metros, y os animo a que en primer término comencéis a entrenar por tiempo con el fi n de ser lo más eficientes posible. Todo lo que hay estudiado sobre entrenamiento fraccionado se valora por tiempo y no por distancias, excepto los entrenamientos en piscina donde las condiciones externas al deportista están muy controladas.
Obviamente no es lo mismo correr 1 km a pie con aire a favor, que correr la misma distancia con aire de frente y con ligera pendiente ascendente. Si tomas tiempos en cada uno de esos “miles”, probablemente estarían diferenciados por más de un minuto. Estamos de acuerdo entonces en que lo que ha de establecerse como referencias absolutas para controlar perfectamente un entrenamiento son el Tiempo y en relación a este, la Intensidad.
Luego están los test de forma, en los que siempre hay que simular unas condiciones parecidas entre los test, como correr en una pista, en la misma piscina o en la misma subida de carretera con la bici, y siempre con las mismas condiciones climatológicas y a la misma hora. Por el momento seguiremos manteniendo ciertas referencias de distancias en los guiones, pero es recomendable que vayas cambiandolas hacia el tiempo e intensidad.
CADA COSA A SU RITMO
Hay un hecho bastante revelador y muy frecuente que defi ne si un deportista es riguroso o no con los ritmos marcados en sus entrenamientos. Los deportistas metódicos adoran los días de series duras, más aún las competiciones, y sin embargo los más “liberales” con sus ritmos, prefieren los días de largas tiradas a ritmo libre. ¿Por qué? La realidad dice que un triatleta con método, el día que tiene que hacer fondo y lo hace bien hecho, en las subidas suele ser adelantado por otros muchos ciclistas en la carretera, o ve como le pasa mucha gente sofocada corriendo por el parque e incluso cómo en la piscina el agua no deja de estar fría en toda la sesión… en resumen, es un día en el que hay que contenerse centrándose en mantener un ritmo suave, sin interrupciones y sin picos de intensidad. Sin embargo el triatleta poco metódico nunca frena su faceta competitiva, le da rienda suelta cada día, olvidando cuál es el objetivo, es más impulsivo y hace de cada sesión casi una competición.
Luego llega el día de hacer series a alta intensidad y… ¿qué pasa? El triatleta metódico ese día es el más rápido de la piscina, de la carretera y de la pista en la que corre, a la postre en la competición sucederá lo mismo, pudiendo entrenar con la intensidad y la concentración necesarias para que en su cuerpo se produzcan las adaptaciones deseadas. ¿Qué sucede con el triatleta impulsivo? Nada, sólo consigue entrenar un poco más rápido que habitualmente y por norma, como cada día es un test, el día que le toca entrenar fuerte… no tiene la motivación ni la energía necesaria y frecuentemente acaba aborreciendo los métodos.
¿Quién está fallando?, ¿el entrenamiento o el deportista? Entrenar con método no es aburrido ni genera estrés, de hecho es la principal manera de descargar de presión psicológica a un deportista, lo que hay que hacer es entrenar consecuentemente a lo que marca tu plan de entrenamiento, en el caso de que lo sigas y que desde Triatlón te recomendamos que así sea. Si nadie te ha explicado nunca cómo interpretar en la práctica las sesiones que marcan tus entrenamientos, a continuación analizamos cómo se ejecutan la mayoría de entrenamientos que aparecen en el plan de cualquier triatleta.
FUENTE: http://www.triatlonweb.es/entrenamiento/articulo/entrenamiento-perfecto-triatlon