Las personas con poca actividad física corren un riesgo entre el 20% y el 30% mayor de fallecer por cualquier causa que quienes sí la realizan, por lo que aproximadamente 3,2 millones de las muertes anuales en el mundo pueden atribuirse al sedentarismo. Así lo reveló la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe sobre enfermedades no transmisibles.
El colombiano John Duperly, Ph.D. en Medicina del Deporte, estuvo en el país semanas atrás ofreciendo un taller teórico práctico del programa Ejercicio es Medicina, una iniciativa global del Colegio Americano de Medicina del Deporte que busca motivar a los médicos de atención primaria y a otros proveedores de servicios de salud a incluir la actividad física en los planes de tratamiento para los pacientes que llegan a su consulta diaria.
En una entrevista con este Diario, Duperly explicó que las enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, obesidad, el infarto del miocardio, la hipertensión arterial y el cáncer de seno y colon, “se benefician de forma muy importante con reducciones entre el 30 y 50% en su aparición en personas físicamente activas”. Este tipo de enfermedad tiene altas tasas en nuestro medio.
Por este motivo, asegura que la actividad física es necesaria para la prevención y el tratamiento de dichas enfermedades ya que ayuda a reducir “la cantidad de medicamentos, el número de hospitalizaciones y la probabilidad de morir prematuramente”. El especialista sugiere practicar una hora de actividad física completa la mayoría de los días de la semana.