El Core, esa palabra que tan de moda se ha puesto en los últimos tiempos, no es más que el conjunto de elementos de nuestro cuerpo que forman la caja que protegen nuestros órganos. No es solo la región abdominal, sino también la parte baja de la espalda. Así pues, los músculos que conforman el core son los siguientes: transverso abdominal; oblicuo abdominal interno y externo; cuadrado lumbar; diafragma; abductores, aductores y flexores de la cadera; suelo pélvico y espinales. Su ubicación estratégica en nuestro organismo, en el eje del cuerpo, les hace cobrar una gran relevancia para numerosas funciones, sobre todo en actividades deportivas como la carrera por montaña.
Así pues, como corredores de montaña, ejercitar el core nos repercutirá en estos cinco grandes beneficios:
→ Nos ayuda a mejorar la postura al correr. Nuestra columna estará más erguida y eso nos ayudará a obtener el gesto correcto a la hora de correr, especialmente cuando encaremos pendientes ascendentes.
→ Es una magnífica manera de prevenir lesiones. Fortaleciendo el core evitamos que haya desequilibrios musculares y ayuda a que nuestra estructura esté más compensada.
→ Mejora el equilibrio. Nuestro núcleo corporal ayuda a la columna y pelvis a estabilizarse, por lo que nuestro cuerpo responderá mejor ante situaciones de desequilibrio y pisadas irregulares.
→ Nos ayuda a respirar mejor. El diafragma, como hemos señalado, es uno de los músculos pertenecientes al core, y como bien sabéis, protagonista principal de la respiración. Otro punto a favor que nos ayudará a mejorar el rendimiento.
→ Mejora nuestra técnica de carrera. Si los músculos del core están debidamente fortalecidos les ayudaremos a que todos hagan su función y no “tengan que delegar” en otros músculos más fuertes, así obtendremos una mejor técnica de carrera.
FUENTE: http://www.trailrun.es/entrenamiento/articulo/beneficios-ejercitar-core